La leche entera ha tenido mala reputación a lo largo de los años 70 y 80. En España al igual que en Europa ha sido marcada por una disminución de consumo por persona a la semana.

Sin embargo hoy día se ha demostrado que la leche es vital como componente nutricional.

El particular problema era que la grasa que contiene era grasa saturada, despertando así una gran alarma nutritiva entre los detractores y seguidores de este tipo de leche.

Pero hoy vamos a hablar del valor nutricional de la leche entera ya que quitar la grasa de la leche reduce el contenido de la vitamina A. Esta vitamina es la encargada de proveer al sistema inmune al igual que asegurar al sentido de la visión una buena regulación, además de ser encargada de tener una buena dermis.

Para nutrientes, la leche desnatada ha sido el peor invento nutritivo de los años 50. La testosterona, estrógenos, los gestagenoas así como todas las hormonas sexuales están compuestas por grasa y colesterol, no tienen otros componentes.

El peor invento nutritivo que jamás se haya creado ha sido la leche, desnatada un invento antinatural al que se le ha extraído toda la grasa y proteínas. La falta de grasa en la leche hizo que la ingesta tomada de grasa disminuyera la cantidad de extrógenos. Como consecuencia la población masculina empeorase la calidad del semen afectando directamente los embarazos en mujeres.

Además la leche tiene un complemento nutricional de proteína, vitamina B, calcio, potaiso y yodo. La proteína de la leche proporciona todos los aminoácidos necesarios para construir y reparar las células. Las vitaminas B ayudan al cuerpo a absorber nutrientes y energía. EL potasio es importante para controlar la presión arterial y el yodo evita una amplia gama de trastornos,  especialmente el desarrollo del feto.

La leche es sin duda una fuente importante de calcio de nuestras dietas y aumentar la ingesta de leche puede ayudar la densidad mineral en los huesos.

Otro gran factor es el sabor de los dos tipos de leches, sin lugar a duda descartamos todas aquellas mal denominadas leche de soja o de almendras, cuyo valor nutritivo es cero si bien cumplen su función para aquellas personas que no toleran la lactosa.

Si bien puede seguir distinguir entre distintos tipos de leche, en cuanto a valor nutritivo se refiere, para nosotros solo existe una y esa es la leche entera cuyas ventajas nutritivas son esenciales tanto a la hora de la reproducción celular como para la producción de hormonas sexuales.