Índice de contenidos
Error#2: Adelgazarás si ingieres menos calorías de las que gastas
Este argumento es falso y sumamente frustrante para todos los que han parecido las consecuencias del “efecto yoyo“.
Como sucede con muchas cosas en la vida, aquellas que parecen más lógicas y claras, suelen ser las más equivocadas. El “error estúpido” que hoy comentamos, esta idea que parece tan lógica a primera vista y que ha sido constantemente repetida y repetida por la inmensa mayoría de los que se consideran “expertos” en nutrición. ¡Es un espejismo, es una idea falsa que provoca “desnutrición”!
Yo mismo lo he estado repitiendo, como si fuera un principio matemático incontrovertible, durante más de 20 años de mi vida. Y efectivamente sería un principio matemático evidente. Si nuestro cuerpo fuera un recipiente cerrado e inerte que recibiera energía por un lado y la eliminara por otro.
Pero la realidad no es tan simple. Nuestro cuerpo no tiene absolutamente ningún parecido con un recipiente cerrado o inerte. Es un organismo vivo e interactivo que reacciona en sentido positivo o negativo, según esté bien o mal nutrido. Es un ser vivo con muchos trillones de células. Estas se están degenerando y regenerando continuamente desde que nacemos hasta que morimos.
Y este organismo dinámico no sólo necesita recibir calorías para sobrevivir. Sino que, para que esa regeneración celular sea correcta y le permita mantener su “tono muscular”, su “gasto calórico” o “metabolismo basal” intacto. Necesita recibir, constante y uniformemente, una determinada cantidad de elementos químicos que llamamos “nutrientes esenciales”.
Los efectos de una dieta hipocalórica
Durante las últimas seis décadas, cuando una persona quería adelgazar le poníamos una dieta hipocalórica tradicional. Eran propuestas por el gobierno americano y seguidas con los ojos cerrados por los “expertos” de los demás países. Estas dietas consisten en reducir proporcionalmente las calorías que ingería a través de proteínas, grasas y carbohidratos. Lo que ocurre es que su cuerpo recibe menos cantidad de los “nutrientes esenciales imprescindibles para regenerarse”. En consecuencia, empieza a “debilitarse”. Perdemos tono y densidad muscular que, automáticamente, producirá una bajada del metabolismo basal. Provocando que, con la misma actividad que antes tenía, “comience a gastar menos calorías”.
Llegará un momento en el que esa reducción del metabolismo irá anulando el efecto inicial de la dieta hipocalórica. Hará que la persona deje de adelgazar primero y vuelva a engordar después más de lo que adelgazó.
Errores sobre el ‘efecto yo-yo’
A esta realidad científica llamada “efecto yoyó”, se constató hace más de 35 años. Gracias a un experimento con ratas de laboratorio. Las personas que lo han padecido, sufren terribles consecuencias (como explico minuciosamente en el libro ISODIETA). Muchos millones de personas en todo el mundo, se le han dado infinidad de explicaciones pseudocientíficas, a cual más curiosa y absurda:
- 1º.- Se dijo que las células grasas tenían una especie de memoria. Esta les obligaba a recuperar rápidamente el tamaño y peso perdido.
- 2º.- Se dijo que el organismo se defiende contra la falta de calorías. Acumulando rápidamente en grasa todo lo que come cuando vuelve a recibir nutrientes.
- 3º.- Se dijo que las dietas hipocalóricas provocan una especie de “síndrome de abstinencia”. Este obliga al obeso a comer dulces y golosinas, incluso a hurtadillas.
- 4º.- Se dijo que los humanos, en la antigüedad, habíamos pasado por terribles épocas de escasez de alimentos o hambrunas. Entonces, nuestro cuerpo las “recordaba” y, considerando a la dieta como el principio de una de esas hambrunas. Trataba de prepararse y defenderse acumulando en grasa todo lo que comía.
- 5º.- Incluso hoy en día, muchos “expertos” siguen diciendo que cuando bajamos las calorías, el cuerpo se pone en “estado de ahorro”.
Como se puede ver, estas explicaciones pseudocientíficas no tenían ni pies ni cabeza. Eran simple y llanamente las explicaciones inventadas por unos “expertos”. Estos estaban perplejos ante unos resultados que contradecían lo que ellos venían diciendo por más de 50 años. Si ingieres menos calorías de las que gastas, adelgazarás) y no tenían la menor idea de la verdadera causa de ese resultado. Pero lo que sí tenían era muchísima imaginación. Para inventar curiosas explicaciones a los efectos que no eran capaces de comprender.
La verdadera causa del ‘efecto rebote’
Como explicábamos, la verdadera causa del “efecto yoyó”, está en el efecto debilitante de dietas hipocalóricas que se ha recomendando durante tantos años. Esta idea se tiró por tierra con “ingiriendo menos calorías de las que se gastan, se adelgazará”. En lugar de adelgazar, el paciente que recibe con ellas menos calorías de las que gasta – pero también menos “nutrientes esenciales”. Asimismo, lo que hace no es adelgazar. Sino “desnutrirse”, debilitarse, perder músculo y ver descender automáticamente su metabolismo. Esa bajada del metabolismo, antes o después, neutralizará la dieta y le hará engordar.
Con la Isodieta nunca tendremos ese problema. En lugar de reducir al paciente la ingesta de todos los nutrientes. Su clave es reducir sólo lo que consideramos “combustible vacío” (carbohidratos).
Y, como el margen es tan grande porque les habíamos estado recomendando un 55% de carbohidratos. Al reducirlos o eliminarlos dispondremos de una enorme cantidad de calorías para aumentar y dosificar la ingesta de “nutrientes esenciales”. Así, garantizando una óptima nutrición.
Con la Isodieta sí será verdad que, la reducir “calorías vacías” (“sólo combustible” y aumentar nutrientes esenciales). El paciente “perderá grasa sin perder músculo ni debilitarse”.
“Éste es el camino que marca la Isodieta” – Dr. Jaime Brugos
Recent Comments