La obesidad infantil se ha convertido en un problema de salud pública, y los niños que padecen sobrepeso y obesidad están en mayor riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica. La obesidad ejerce una presión adicional sobre los riñones, lo que puede conducir a un daño renal progresivo.
La asociación entre la obesidad y la función renal se ha establecido en numerosos estudios, demostrando que los niños obesos presentan una disminución en la función renal y una mayor incidencia de enfermedad renal crónica. La obesidad también está relacionada con el desarrollo de enfermedad renal crónica terminal, la cual es irreversible y requiere de diálisis o un trasplante renal para mantener al paciente con vida.
Por lo tanto, es fundamental promover hábitos saludables desde temprana edad y fomentar la actividad física y una alimentación equilibrada para prevenir la obesidad y proteger la salud renal de los niños.
La prevalencia de obesidad infantil ha aumentado en los últimos años, lo que afecta a un gran número de niños. El sobrepeso y la obesidad pueden provocar una lesión renal debido al aumento de la presión arterial y la resistencia a la insulina. Además, la obesidad es un factor de riesgo independiente para desarrollar enfermedad renal crónica.
Por lo tanto, es fundamental que los niños obesos pierdan peso para prevenir y reducir el riesgo de enfermedad renal. Implementar cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable y la práctica regular de ejercicio, puede ayudar a combatir la obesidad y mejorar la salud renal de los niños. Es importante concienciar sobre la gravedad de la obesidad en la infancia y tomar medidas para prevenirla y tratarla de forma temprana, con el fin de evitar complicaciones renales y promover una vida saludable.
Según el doctor Gastón Zilleruelo, director de nefrología pediátrica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, hay un aumento alarmante de insuficiencia renal y esclerosis segmentaria y focal del riñón. Esta es conocida como la enfermedad Alonzo Mourning, un endurecimiento del tejido renal que impide la eliminación de toxinas. La única opción es la diálisis o el trasplante de órgano. El incremento de enfermedades renales en niños es aún más preocupante y, sobre todo, algo que puede prevenirse con una correcta alimentación.
En Miami Dade y Broward la incidencia de enfermedades crónicas del riñón es un 33% más alta que en el resto del país. Coincidiendo con un índice más alto de obesidad infantil en la región.
La obesidad es la segunda causa de muerte en Estados Unidos y actualmente afecta a más del 30% de los niños. Entre los hispanos es la más grave epidemia según la Asociación Médica Hispana Nacional.
En 2003 había 450,000 personas con insuficiencia renal Terminal en USA, de las cuales el 10% eran niños. Para el 2010 los expertos estiman que esa cifra aumentará a 600,000. Donde unos 60,000 niños estarán recibiendo diálisis, mientras esperan a donantes de riñón en un largo listado.
Según el doctor Gastón Zilleruelo, director de nefrología pediátrica de la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami, hay un aumento alarmante de insuficiencia renal y esclerosis segmentaria y focal del riñón. Esta es conocida como la enfermedad Alonzo Mourning, un endurecimiento del tejido renal que impide la eliminación de toxinas. La única opción es la diálisis o el trasplante de órgano. El incremento de enfermedades renales en niños es aún más preocupante y, sobre todo, algo que puede prevenirse con una correcta alimentación.
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