“ERRORES ESTÚPIDOS” QUE HAN PASADO DESAPERCIBIDOS DURANTE DÉCADAS.

Error #3: ¿Es realmente cierto que hay 3 macronutrientes?

En la contraportada de mi libro Isodieta, empiezo diciendo que “toda la ciencia de la nutrición parte de una base falsa”. Esa base falsa, que ha tergiversado y obstaculizado toda la investigación nutricional durante más de 60 años, ha sido la de “considerar nutriente a lo que sólo es combustible”, es decir, “los hidratos de carbono”.

Este “error histórico”, que se produjo en 1953 y que tanto daño a causado, muy bien puede considerarse como un “error estúpido” por la falta de coherencia de quienes lo cometieron. Aquel año, como consecuencia del Ciclo de Krebs, se pudo determinar con precisión la energía que nos proporcionan los alimentos. De los 4 elementos que nos proporcionan energía (proteínas, grasas, carbohidratos y alcoholes), se tomó la decisión acertada de no considerar “nutriente” a los alcoholes, a pesar de que nos proporcionan 7 kcal/gr. Esto es así porque son 7 calorías “absolutamente vacías” que no contienen vitaminas ni minerales ni aminoácidos ni ácidos grasos ni nada que se pueda considerar beneficioso para nuestra salud y, por lo tanto, se determinó acertadamente que, en lugar de llamar nutriente a los alcoholes, se les debía llamar “combustible”.

El “gravísimo e inexplicable error”, que denuncio en mi libro Isodieta, fue no haber hecho lo mismo con el azúcar y otros carbohidratos que tampoco aportan nada beneficioso más que 4 cal/gr., igual de vacías que las de los alcoholes. Por eso, digo que se trató de un “error estúpido”, porque no hay ninguna diferencia importante entre la energía que nos proporcionan los carbohidratos y la que nos viene de los alcoholes y no existe motivo que justifique haberlos diferenciado. Los primeros tienen 4 calorías y los segundos 7, pero “igual de vacías”.

Hay que rectificar a los que dicen que los carbohidratos aportan vitaminas y minerales. Ciertos alimentos que contienen carbohidratos también contienen esos micronutrientes, pero no los carbohidratos en sí mismos. Las frutas contienen vitaminas, minerales y carbohidratos, pero eso no quiere decir que sean éstos últimos los que los contengan.

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Un error con terribles consecuencias

Las consecuencias de este “error estúpido” han sido gravísimas y nos han llevado a la terrible situación actual, condenando a millones de personas a la obesidad. Porque, al haberse mantenido como un nutriente comparable a proteínas y grasas, se ha facultado a los fabricantes de alimentos para utilizar masivamente todo tipo de azúcares, diciendo que son nutrientes y recomendándolos incluso como alimento ideal para nuestros hijos (la mayoría de los cereales tienen más del 50% de azúcar).

Las desastrosas consecuencias de este “error estúpido” han sido que el consumo de azúcar, que en 1953 no llegaba a 12 kilos/persona/año, se haya disparado hasta 33 kilos/persona/año en Europa y hasta la monstruosa cifra de 68 kilos/persona/año en Estados Unidos, haciendo epidémicas la obesidad y todas las enfermedades degenerativas.

Y digo que se trata de un “error estúpido” porque si estudiamos la composición química de los elementos que hemos venido considerando nutrientes, no podemos aceptar en absoluto que los carbohidratos sean nutrientes comparables o equivalentes a las proteínas y grasas. ¡No tiene ningún sentido! Su composición química es diametralmente opuesta. Sólo podrían serlo desde un punto de vista meramente energético (aportan calorías), pero no desde el punto de vista de la regeneración celular, que debería haber sido siempre la base fundamental de la  nutrición.

Alimentación basada en macronutrientes

¡¡TENGO EL HONOR DE HABER SIDO EL PRIMERO EN EL MUNDO QUE HA PROPUESTO QUE A LOS CARBOHIDRATOS SE LES DEJE DE LLAMAR NUTRIENTES Y SE LES LLAME Y CONSIDERE COMO SIMPLE COMBUSTIBLE!!

¡Los carbohidratos no tienen ningún poder regenerador para nuestras células porque no son un componente químico de las mismas. Éstas están compuestas exclusivamente de proteínas y grasas como macronutrientes. Sólo los vegetales tienen carbohidratos como componente químico de sus células.

¡Los carbohidratos no contienen aminoácidos ni ácidos grasos que pudieran ayudarlas a nutrirse ni regenerarse! ¡¡¡Ni siquiera contienen nitrógeno, por lo que jamás pueden ser comparables a las proteínas ni regenerar nuestras células!!!

La nutrición encaminada a mejorar la salud y alargar la vida debería haberse basado siempre en esos “macronutrientes esenciales” (hoy ya los llamamos así), que ayudan a nutrir y regenerar nuestras células (proteínas y grasas).

Además, pensemos por un momento que, suponiendo que hubiera sido correcto llamar nutrientes a los carbohidratos (que sólo son productores de energía) porque contienen 4 cal/gr, con mucha más razón también tendríamos que haber llamado nutrientes a los alcoholes que nos proporcionan 7 cal/gr.

Por lo tanto, tampoco bajo esa suposición sería correcto decir que hay tres macro nutrientes, sino que, en tal caso, habría que decir que hay cuatro, que serían: proteínas, grasas, carbohidratos y alcoholes. Pero como es mucho más lógico llamar “combustible” a aquello que sólo aporta energía y llamar “nutriente” a lo que nutre y regenera nuestras células por ser componente de las mismas, deberíamos empezar a enseñar en los colegios que hay sólo dos macronutrientes regeneradores (proteínas y grasas) y dos combustibles (carbohidratos y alcoholes) que sólo proporcionan energía (son únicamente “calorías vacías”).

Limitación de ‘combustibles’

Una vez corregido ese error, tanto la dietética, como la ciencia de la nutrición dan un giro de 180º y todo se ve de una forma totalmente distinta, ya que resulta evidente que, para adelgazar, bastará con reducir o suprimir el “combustible” para obligar al cuerpo a que utilice como tal el combustible que tiene acumulado en forma de grasa.

Además, al suprimir o reducir los carbohidratos, ahorramos muchísimas calorías (55% del total diario), por lo que siempre nos quedará un margen más que suficiente para mejorar nuestra nutrición aumentando y repartiendo mejor los verdaderos nutrientes esenciales.

Para que se pueda comprender aún más claramente, sabemos que las proteínas contienen algunos aminoácidos que llamamos “esenciales” porque nuestro cuerpo no los puede producir y no podemos vivir sanos si nuestros alimentos no nos los proporcionan. También sabemos que hay ácidos grasos “esenciales” cuya falta nos crearía graves problemas de salud. Pero no existen carbohidratos que podamos llamar esenciales, no hay ningún carbohidrato que sea esencial para nuestra salud porque no es un nutriente sino un combustible. De hecho, mi opinión es que viviríamos mucho mejor y más sanos sin carbohidratos ni alcoholes o con los mínimos que pudiéramos requerir en condiciones excepcionales de un gasto calórico extra, como sucede en los deportes de resistencia como ciclismo y carreras de largo recorrido.

“ÉSTE ES EL CAMINO QUE MARCA LA ISODIETA” – Dr. Jaime Brugos